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dilluns, 4 de gener del 2021

Publicat per Ramón Nonato dilluns, de gener 04, 2021 No hi ha comentaris

 En la bendita Comunidad Valenciana somos muy dados a sorprendernos con lo ajeno y querer poco lo propio. Nos partimos la boca defendiendo la paella pura, prístina y ortodoxa sin pararnos a pensar que es un plato de circunstancias que se hace con lo que cada comarca, cada pueblo, considera lo bueno pero, ni por ésas, solo nos vale la paella que definió tal o cual botarate; del resto, ni caso y eso que los figones denominados "arrocerías" son muy amigos de extravagancias que a veces, justo es decirlo, están muy buenas.

Pero, siguiendo con el ninguneo de platos que deberían ocupar sitiales altísimos, ¿qué pasa con el puchero valenciano? Pues que lo comemos con delectación y a otra cosa. Ahora, si se trata de alabar un cocido rápidamente pensamos en el madrileño con ese misterio televisivo que le confieren sus "vuelcos" que no son nada pero tienen nombre. En Madrid, sacan partido a lo suyo: los churros y las porras siendo corrientes son muy famosas; su deplorable bocadillo de calamares, es para el mundo un gran manjar. Valoran lo poco que tienen y, como dicen ahora los ignorantes del idioma, "lo ponen en valor". ¿Cuántos restaurantes valencianos ofrecen puchero frente a los muchos que llevan en sus cartas el cocido maragato, la olla churra o el lebaniego? 

Admiración por lo ajeno y desprecio de lo propio.

Dicen que en verso las cosas se fijan mejor en la memoria. Si eso es así, allá va este denuesto de cocidos y loa de puchero para que espabilen los restaurantes valencianos y empiecen a valorar esta joya.

Denuesto de cocidos y loa de puchero

Dan pena por inocentes

la legión de pobres gentes

que se pagan del cocido

que no emula ni al hervido.

Se huelga la wikipedia

del llamado madrileño

siendo, en verdad, cosa media

sin el fuste de lo bueno.

Al lebaniego lo adulan

y al catarlo se despagan

mas por darse de entendidos

las melindres se las callan.

Y si en el mismo acto

probasen el montañés...

¡Exacto!

¿Qué decir del maragato

que por lo que allí se ve

se sabe que es muy barato?

Luego, los egolatrones

del país de Cataluña

escudella dicen que

es su zafia sopichuna.

No veréis en un compendio

escrito del buen comer

nombrar al manjar primero

que aquí se dice puchero

ni le darán interés.

Siga en la sombra, rediez,

como en la hoja el envés

y allá los mal comedores

sigan en su engaño pues

vale más que esté guardado

un tesoro que al revés

Per a escorcollaires

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